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El liderazgo femenino es crucial para el éxito de las startups
Gracias a las nuevas generaciones de mujeres que están tomando el liderazgo en la escena de las nuevas empresas en Latinoamérica vemos crecer el número de lideres. Como ejemplos tenemos a Julieta, Catalina y Macarena, ganadoras del Latam Health Champions 2025, y que se ganaron el derecho a participar de la denominada “Misión Boston”, evento que busca abrir el panorama para desarrolladores de tecnología en salud en nuestra región.

Ganadoras del Latam Health Champions 2025 Foto EE: Nelly Toche
La brecha de género en las startups de Latinoamérica sigue presente, solo el 37% de las empresas tienen al menos una mujer dentro de los C-Level, pero incluso a nivel CEO, la presencia de mujeres sólo representan el 14% de acuerdo con el Estudio de Salarios de Startups en Latam 2024.
Pero la buena noticia es que vemos poco a poco como esta inercia se está rompiendo, gracias a las nuevas generaciones de mujeres que están tomando el liderazgo en la escena de las nuevas empresas en Latinoamérica, como ejemplos tenemos a Julieta, Catalina y Macarena, ganadoras del Latam Health Champions 2025, y que se ganaron el derecho a participar de la denominada “Misión Boston”, evento que busca abrir el panorama para desarrolladores de tecnología en salud en nuestra región.
Julieta Luz Porta, es ingeniera comercial y CEO de SphereBio, ella tiene dos socios, el Dr. Guido Molina y el Dr. Martín Guerrero, quienes con un equipo de científicos y oncólogos están generando nanovehículos para mandar señales al sistema inmune, hoy están probando en cánceres letales como colon, páncreas, melanoma y con la idea de continuar con enfermedades infecciosas y autoinmunes, como VIH.
Gracias a las últimas convergencias tecnológicas ellos llevan señales del tumor al sistema inmune para que estas ataquen al tumor; esta ciencia fue desarrollada en Argentina, pero ahora ha llamado la atención de hospitales de Hardvard como el Dana-Farber Cancer Institute y el Brigham. Julieta asegura que mucha gente confía en lo que están haciendo y los argumentos científicos con los que cuentan.
Sobre cómo afronta este reto al ser una mujer de 27 años, ella platica a El Economista que ya venía trabajando con otros proyectos de ciencia y siempre se dio cuenta que la idea era reunir a grandes miembros en el equipo y a la vez trabajar en su propia seguridad. “Yo me siento como una DT de fútbol que pone a los mejores jugadores en el equipo y mi rol es contar la historia de lo que estamos haciendo, para que gente que no entienda del tema lo conozca y lo quiera apoyar”.
Gracias a un programa de negocios y ciencia es que el equipo se pudo conformar, dejándola a ella a la cabeza del proyecto. “Aunque como mujer joven me toca enfrentar muchos prejuicios y desafíos, tengo la seguridad de que los resultados son los que taparán bocas”.
Ahora ella y su equipo lo que necesitan son fondos, financiamiento para atravesar los ensayos clínicos por lo que están buscando socios. “Para mi esta oportunidad de viajar en grupo en una misión que puede ser comercial y con los contactos que se nos presentan, es único, porque de nada sirve tener la mejor tecnología si no hay gente enterándose, por eso estoy muy agradecida de poder conectar puentes a través de este reconocimiento que nos otorgó el Latam Health Champions”.
Motivar a otras mujeres
Catalina Isaza Falla, es ingeniera de diseño de producto y CEO de Innmetec, ella comparte que este proyecto surgió de una alianza entre dos universidades en Colombia, una médica y otra de ingeniería y administración, “de ahí salió una spin-off de implantes personalizados para reemplazo de huesos”.
En 2014 Catalina comenzó a trabajar con este grupo de investigación y luego en su maestría ella desarrolló uno de los materiales que hoy se promueven y que tiene un gran diferenciador, “es un material muy parecido al hueso y tiene la capacidad de integrarse a él”. En este camino se dio cuenta que en los pacientes pediátricos había que repetirles cirugías para cambiar los implantes y que si se usaban metales más pesados que el hueso, había daño, por eso buscó una alternati
En 2019 se licenció el producto y a la par se creó Innmetec, para poder operar al ritmo que necesita el mercado, ahora a sus 33 años, asegura que “esto ha sido un proceso de aprendizaje muy grande, de ser una persona muy técnica a tener que ser la cara de este proyecto, pues desde que se creó la empresa, sabíamos que yo sería la CEO, se trata de formarme para ser líder y llevar un negocio, además de manejar mis emociones y tener una familia, son muchas cosas que hay que aprender y transformar, ha sido muy chévere este recorrido”.
Agrega que ha partido de la fortuna de venir de una universidad donde se promueve la equidad de género, que las mujeres estudien ingenierías, carreras científicas y que lideren sus equipos, sin embargo sabe que no es el escenario de todas, por eso ella quiere motivar a otras mujeres, “contarles que pueden lograr muchas cosas, creo que soy uno de esos ejemplos en los que si el ecosistema promueve el impulso a las mujeres, esto da frutos y podemos estar en roles de liderazgo”.
Concluye que “poder haber venido a Boston y conocer el ecosistema, es un escalón más que permite consolidarme en un campo que definitivamente no es fácil para una mujer, pero sí lo estamos logrando”.
De diseñadora a emprendedora
Macarena Silva Maldonado, a sus 26 años es la CEO de Ari Health Design, ella platica que todo nació por el dispositivo Ari-test, un dispositivo de auto toma para detectar el VPH en mujeres que surgió en 2022 luego de su proyecto de tesis.
Ella buscaba empoderar a la salud femenina y haciendo revisiones de dispositivos médicos, se dio cuenta que casi todas las patentes son de Estados Unidos o China, “hay muy pocas en Latinoamérica, entonces me pregunté ¿Por qué tenemos que estar importando siempre todos los avances tecnológicos y sentirlos más importantes si vienen de Europa? Si en nuestros países podemos hacer lo mismo e incluso llevar nuestros desarrollos a otras partes del mundo”.
Asegura que a pesar de los riesgos que uno corre y los temores que todo emprendedor tiene, las cosas se pueden lograr y concretar. “Siempre le digo a mi equipo que yo soy el tipo de diseñadora que quiere que las cosas pasen y no solamente publicar en un paper, yo solamente estaré feliz cuando mi producto esté en las manos de las mujeres tomándose los exámenes”.
Macarena aprovecha para compartir que Latinoamérica tiene mucho talento, pero nos cuesta mucho surgir y hacernos presentes en el mundo, “eso a veces nos lleva a pensar que no podemos. Yo como líder de este proyecto estoy aprendiendo muchísimo a darle la vuelta a este concepto”.
Hoy su producto está a un par de validaciones clínicas para poder salir, por lo que toda esta experiencia del LHC le viene como anillo al dedo. Este es su primer viaje de negocios financiado, donde ha podido dar a conocer su desarrollo a grandes investigadores, programas para startups, y conocer el ecosistema de innovación en salud más poderoso del mundo.
Reconoce que la experiencia es única, pero no sencilla. “En mi caso soy diseñadora de dispositivos médicos, ya decir eso es algo muy difícil de explicar en Latinoamérica, hay personas que me dicen que debe ser muy aburrido, pero para mi es lo mejor del mundo y qué genial que lo encontré. Yo estoy absorbiendo todo como una esponja, porque incluso saber el recorrido que han hecho los demás ganadores, para mi es una gran guía de qué hacer y qué no. Estaba asustada del viaje, pues para mí es el primer gran salto y mi introducción al mundo y al ecosistema de innovación de una forma mucho más tangible y real, pero ese temor que yo tenía, ya no está”.
Ella postuló a fondos del gobierno en su país, Chile, donde levantó alrededor de 32 mil dólares para un año y medio de investigación, ahora está en un trabajo de postulación para las patentes y Macarena no va a parar, se fijó la meta de su startup y hoy es una realidad.