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Viñas viejas, vinos únicos: la esencia de Ribera del Duero en Lagar de Isilla

Ribera del Duero es más que grandes bodegas, es expresar la calidad de cada pueblo, cada viñedo y sobre todo su edad.
José Andrés Zapatero, fundador de Lagar de Isilla, no sólo elabora vinos sino que también rescata historias. Sus etiquetas nacen de viñas que alcanzan un siglo de edad, heredadas de agricultores cuyos hijos abandonaron el campo. A su vez, ya vinificados los frutos se crían en una bodega subterránea tallada en suelo arcilloso con las mejores condiciones de temperatura.
La experiencia no acaba ahí, o más bien comienza en otro lado. Un mesón (restaurante) en la localidad de La Vid, cercana a Burgos, fue el negocio familiar inicial. Posteriormente, el vino llamó a seguir por este camino.

Lagar de Isilla.
Es hasta 1995 cuando Zapatero comienza con solo 3,000 botellas en una bodega reformada bajo tierra gracias al suelo de arenisca de la zona.
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Hoy, sus 58 hectáreas son también un proyecto enoturístico en La Vid (Burgos). Su secreto: viñas viejas ("la Tinta del País ya está aclimatada", insiste) y una elaboración que respeta el territorio.
En el marco de la cocina vasca y de autor del restaurante Ekilore, se conocieron parte de las etiquetas que conforman parte del catálogo que incluye un Crianza y el íntimo Paraje Peñalobos, expresando a Ribera del Duero en plenitud.
Parte de la filosofía se centra en lo que son los vinos de pueblo. Es decir aquéllos que se elaboran de diferentes localidades y suelos, con una elaboración tradicional; se exalta lo que da ese viñedo.

Bodega histórica Lagar de Isilla.
Degustación: Etiquetas presentadas por Lagar de Isilla
Albillo Mayor 2022: Rompe moldes. Requiere dos vendimias (antes y después de las tintas) y fermenta en huevos de hormigón para preservar su frescura. Se selecciona racimo a racimo.
Crianza 2021: Tempranillo en un 95%, con toques de Cabernet Sauvignon y Merlot. Tiene 14 meses en barricas de distintos años y viñedos de 60-70 años de edad.
Reserva 2018: Puro carácter. 100% Tinta del País (Tempranillo) de viñas de 90 años (por esa edad se puede decir que conserva mucho del carácter ribereño). Pasa 18 meses en barrica y combina notas de tabaco y ciruela negra.
Paraje Peñalobos 2020: La estrella. Proviene de un alto en Peñaranda del Duero, mezcla 118 microviñas de Tempranillo de 5 pueblos con un 4% de variedad Albillo. Solo 1,500 botellas y su expresión es frutal, ligeramente especiada, aunque con mineralidad vibrante