Rentar casas abandonadas será caro y difícil para el Infonavit, según especialistas

El programa de renta a bajo costo mediante el rescate de casas abandonadas, que prepara el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), busca aliviar el déficit habitacional en México. Sin embargo, expertos advierten que su implementación enfrenta retos financieros, legales y de seguridad que podrían complicar su éxito.

Karim Oviedo Ramírez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), remarcó que debe hacerse un análisis técnico profundo, ya que no todos estos inmuebles cuentan con las condiciones para ser utilizados en arrendamiento.

“Es un riesgo el tratar de rehabilitar y rentar estas casas, será caro y difícil. Recomendamos tener mucho cuidado porque parece sencillo y es algo loable, pero no siempre se tienen todos los elementos para hacerlo”, comentó en entrevista para Econohábitat.

Al inicio del sexenio pasado, el Infonavit detectó 650,000 casas abandonadas en su cartera, de las cuales se habrían recuperado 30,000 al cierre del 2024, es decir, 5% del total. Esto debido a la complejidad del proceso jurídico, según su exdirector general, Carlos Martínez.

Federico Sobrino, socio fundador del Instituto de Administradores de Inmuebles (IAI), mencionó que la rehabilitación de casas es compleja, ya que implica costos jurídicos, físicos y sociales que saldrían del bolsillo de los derechohabientes.

“Si las cosas salen mal, los que pierden son los trabajadores. Además, hay que tener en cuenta que un modelo de arrendamiento depende de la selección adecuada del inquilino, contratos formales, garantías, así como un buen administrador. Es en este último punto en el que puede haber fugas o fraudes que, con los años, podrían mermar el fondo de vivienda de los trabajadores”, advirtió Sobrino.

El costo del abandono

Oviedo explicó que la falta de infraestructura de transporte, educación, salud y oportunidades laborales es de las principales causas de la vivienda abandonada en México. Este fenómeno no solo ha costado recursos económicos a los mexicanos, sino también se ha convertido en un generador de otros problemas sociales.

“Sin duda es algo que nos duele a todos los mexicanos, porque nos costó. Se construyeron casas que luego fueron vendidas para volverse un pasivo para el Infonavit”, dijo.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el volumen total de viviendas abandonadas asciende a 6.1 millones en todo el país, lo que representa 14% del parque habitacional. Existen estados como Michoacán, Hidalgo y Zacatecas, cuyo porcentaje ronda entre 18 y 20 por ciento.

Ciclo de abandono e inseguridad

El abandono de viviendas está estrechamente relacionado con la inseguridad, pues el desplazamiento forzado ha dejado fraccionamientos vacíos, lo que aumenta la percepción de peligro y dificulta la recuperación urbana.

“El año pasado, encontramos que algunas ciudades con mayor volumen de casas disponibles eran también aquellas con altos niveles de abandono, que se presentan como focos para la delincuencia. Hay casos, como el Estado de México y Tlaxcala, en donde es la delincuencia la que sabe cuando hay una casa abandonada o con retraso en pagos, y las utilizan para hacer ventas ilegales”, declaró Juan David Vargas, general manager de Propiedades.com.

La vivienda abandonada y la inseguridad se han retroalimentado, por lo que “si no se pone un freno a estos procesos se convierte en un problema progresivo. Es muy probable que la cifra de 6 millones que arrojó el Coneval hace unos años, a esta altura sea mucho mayor”, apuntó Vargas.

Para el vocero de Propiedades.com, el Infonavit ha identificado las principales problemáticas del sector habitacional en el país, como el déficit de viviendas de interés social, la rehabilitación de inmuebles, el arrendamiento y la formalización; sin embargo, hacer realidad una solución no es un reto menor.

“El Infonavit actuará en tantas líneas que deja poco espacio para que todas sean exitosas. Será el administrador de rentas más grande de México en muy poco tiempo, pero esto implica procesos de mantenimiento, asignación, gestión y cobranza. Es demasiado para una organización en un solo momento”, remarcó Vargas.

Por su parte, Sobrino mencionó que una de las propuestas desde la iniciativa privada es crear programas de renta social administrada por los mismos trabajadores.

“Los propios derechohabientes con crédito y viviendas susceptibles a invasión pueden rentar. Si el tiempo de liquidación promedio era de 17 años, con este modelo podría disminuir a siete, pero el manejo del arrendamiento debe ser del trabajador. Desde nuestro punto de vista, se está tomando muy a la ligera el tema del arrendamiento social”, apuntó Sobrino.