La deuda de EU

Desde el arranque del gobierno del presidente Donald Trump los Estados Unidos se encaminan a corregir su déficit y su deuda pública que hoy en día alcanza los 29 billones de dólares (millones de millones) cuando produce 31 billones anuales, es decir, ronde en el 100%, otras mediciones hablan del 124% incluso. La pregunta hacia adelante será quién al final del día les va a cobrar. Para la mayoría de los analistas la deuda es alarmante de hecho las calificadoras más importantes Moody´s, Standard &Poor´s y Fitch le han quitado la calificación AAA o equivalente a la emisión de bonos del tesoro norteamericano (t-bills), aspecto que tiene sin cuidado a los mercados en virtud de que son y seguirán siendo los instrumentos financieros más socorridos por el mundo entero. El tema de las calificadoras es algo que tiene que revisarse, para muchos no se entiende el por qué un país con esa capacidad de generación de riqueza, las patentes y universidades que tiene, su poder geoestratégico y comercial no tiene las mejores calificaciones y en casos por ejemplo, México con un estancamiento endémico de 7 años y bajando, el crecimiento exponencial de la deuda de gobierno y la falta de cumplimiento de la promesa de bajar el déficit de 6 a 3% con gastos crecientes sin reforma fiscal aún mantiene grado de inversión con reticencia de las propias calificadoras para quitárselo. ¿Quién califica a las calificadoras?

Volviendo a EU es impresionante la cantidad de burocracia de su gobierno, gastos de ayuda internacional francamente injustificables y las subvenciones en defensa que le entregan a sus aliados. Cuando analizamos los recortes de personal en ese gobierno llegamos literalmente a millones de funcionarios con tareas redundantes, derechohabientes de seguridad social con edades de 120 años, pago de cirugías de cambio de sexo a niños en Guatemala sin la venía de sus padres, presupuestos para migrantes ilegales 600 veces mayores de los que entregan a las municipalidades y cientos de miles de millones a la OMS, OTAN, ONU, FMI, OEA, BID todos viviendo literalmente de ellos. La necesidad de recursos que tienen con un aderezo de revancha política son el origen del impresionante recorte de gasto que la administración Trump lleva a cabo. Esta inédita decisión espera compensar la baja de impuestos corporativos que es la tercera parte de su historia económica actual, la primera son los aranceles, le siguen los recortes, ahora el movimiento al empleo luego de su política migratoria. No podemos tener certeza de si será suficiente para nivelar su deuda, de lo que hay certeza es de que seguirá siendo la economía más fuerte del mundo por los próximos 100 años que además encabeza la revolución tecnología más disruptiva de la historia, China con una generación de riqueza casi similar tiene el inconveniente de que tiene que repartirla entre 1,400 millones de personas vis à vis EU que sólo la comparte con 360 millones.