Zoé Robledo se quedaría sin visa de USA

Marco Rubio tiene una agenda política personal cuyo visto bueno presidencial les permite a ambos, al secretario de Estado y a Donald Trump, conciliar intereses a través de un quid pro quo.

Rubio avisó el 25 de febrero su interés por sancionar a contratistas internacionales de médicos cubanos: un programa perverso ofrecido por la dictadura cubana para obtener ingresos.

Human Rights Watch ha denunciado “normas represivas” del régimen cubano en contra del personal sanitario que envía al exterior.

Ayer, el secretario de Estado avisó sobre el retiro de visas a una serie de funcionarios centroamericanos por incentivar la violación de los derechos humanos de los médicos cubanos a través de su contratación y el pago al régimen de Díaz-Canel. No mencionó los nombres, pero son varios países los contratistas: El Salvador, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Panamá.

En México, el presidente López Obrador condecoró a Díaz-Canel con el Águila Azteca; no sabemos la razón más allá de la empatía que sintió el mexicano por las dictaduras latinoamericanas.

La amistad entre AMLO y Díaz-Canel no terminó en un recorrido festivo en el zócalo la mañana del 11 de febrero de 2023. AMLO decidió ser cómplice de la dictadura al contratar los servicios de los médicos.

Funcionarios del IMSS, el IMSS-Bienestar y de diversos gobiernos estatales, incluyendo el de la Ciudad de México, estamparon sus firmas de contratos con los que Díaz-Canel trata como esclavos a los médicos.

En sentido estricto la directiva impulsada por el Departamento de Estado podría aplicarse a varios funcionarios mexicanos. Se les podría cancelar su visa estadounidense al expresidente López Obrador, al director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, al exsecretario de Salud Jorge Alcocer Varlea y a la secretaria de Salud de la CDMX Olivia López Arellano, entre otros.

Joaquín Molina Lesa, esposo de la actual secretaria de Salud de la CDMX “fue pieza clave en el convenio de colaboración firmado por la administración de Claudia Sheinbaum” al frente del gobierno de la CDMX, reportó Latinus en agosto pasado.

“Lo importante no solo son los nombres de quienes firmaron los convenios, también es importante los nombres de los que ordenaron la contratación de los médicos”, me comenta una fuente del Departamento de Estados que conoce a profundidad el tema.

Naciones Unidas solicitó en 2019 a La Habana información sobre condiciones laborales de los médicos. Las relatoras especiales sobre las formas contemporáneas de esclavitud esgrimieron declaraciones sobre el “trabajo forzoso”.

El 20 de marzo, la presidenta Sheinbaum culpó al “periodo neoliberal” por la ausencia actual de médicos especialistas mexicanos. Esa fue su justificación para contratar los servicios de la dictadura cubana.